A las puertas de la Navidad, el paisaje de la ciudad cambia con los pesebres en cada rincón.
Crear una escenografía del nacimiento puede considerarse un arte, donde no pueden faltar el Niño, Virgen María, San José y otros personajes.
¿Qué es el pesebre?
En occidente y entre los practicantes de la religión cristiana católica, el pesebre no solo se llama así, tiene otros muchos nombres, entre ellos: Belén, Nacimiento, Portal, Portal de Belén o Pasitos.
Según Wikipedia el pesebre es el recipiente donde comen los animales.
Sin embargo, el pesebre tiene dos significados comúnmente usados, se refiere tanto al lugar o especie de establo como a un recipiente hecho de piedra en el que se pone la comida del rebaño.
Puede fabricarse de madera (como un cajón o una artesa), de barro o bien ser obra de albañilería o labrarse directamente en piedra.
¿Por qué se hace el pesebre?
El pesebre navideño, es la representación del nacimiento de Jesucristo que se hace durante la Navidad, tanto en templos religiosos como en espacios públicos y en las casas de la gente.
Suele armarse a partir del 8 de diciembre, Día de la Virgen de la Inmaculada Concepción.
Los pesebres son escenificaciones, en las que intervienen figuras o figurillas que representan a quienes, según la tradición, estuvieron presentes en la venida al mundo del hijo de Dios: la sagrada familia (José, María, el niño Jesús), el arcángel Gabriel y los tres Reyes Magos que vienen de Oriente, así como la mula y el buey.
A San Francisco de Asís, el santo de la humildad y de la pobreza, se le atribuye la “invención” del pesebre viviente.
Francisco estaba débil y enfermo, y pensando que tal vez aquella sería su última Navidad en la tierra, quiso celebrarla de una manera distinta y muy especial.
Esto sucedió en 1223.
La intención del Santo era hacerles “vivir” la Navidad a los campesinos de la región de Umbría.
Para ello instala un pesebre viviente en una gruta en Greccio, que incluye un buey y un asno reales.
José, María, los magos y los pastores eran representados por gente del pueblo.
Ahora, Imagínate que TÚ ERES UN PESEBRE!
Nuestra invitación de hoy es a jugar…
Si tu fueras un pesebre…
¿Cómo serías?
De piedra, de barro, de madera?
¿A quiénes les abrirías tus puertas? ¿Dejarías entrar a todos o sólo a algunos?
¿A quiénes pondrías hoy en tu corazón para proteger, para albergar?
¿A qué amigos, situaciones, a qué partes tuyas pondrías en ese pesebre que necesitan ser acuñadas, protegidas, mimadas, con amor y compasión?
¿Qué significan para ti las figuras del pesebre?
¿Te reconoces en ellos?
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