El Tai Chi y Chi Kung son dos artes marciales milenarias que nos llenan de energía.
Tanto el Tai chi y Chi Kung se han catalogado como opciones de relajación que ayuda a reducir el estrés y la ansiedad, además de mejorar la flexibilidad del cuerpo y el equilibrio emocional.
Tai Chi
Desde el exterior, el Tai Chi puede parecer una bonita danza. Nada más lejos de la realidad.
Los suaves movimientos, representan una forma de meditación y trabajo interno de la energía vital.
Técnicas que se han ido puliendo durante cientos de años. Yendo más allá del ámbito de las artes marciales, para adentrarse en el desarrollo de una salud de hierro.
El tai chi o tai chi chuan quiere decir «último puño», y comenzó a darse a conocer en China como un arte marcial, sucesivamente fue tomando territorio hasta ser practicado por miles de personas en todo el mundo, desde entonces, esta práctica es representativa de la cultura China.
El Taichi es una mezcla de Arte marcial defensivo, Filosofía Taoísta, Medicina Tradicional China, los 64 hexagramas del Yijing (I-Ching), y el el cultivo de la energía Daoyin.
El conjunto de estos métodos se convertiría en el antepasado del Taichi actual.
Como mencionamos antes, el tai chi es un arte marcial interno, para la lucha cuerpo a cuerpo ya sea que se realice de forma armada o desarmada y, según cómo se practique, puede ser utilizado para potenciar la salud y mejorar la coordinación, la memoria, el equilibrio.
Actualmente hoy es más conocido por practicarse más como una actividad más del tipo físico/espiritual, que permite a sus practicantes mejorar su calidad de vida desde adentro hacia y afuera, además no solo es buena para la salud en sí sino que también es considerada como una técnica de meditación y reencuentro con el yo interno.
Chi Kung
Quizás la definición más simple de Chi Kung podría ser: “el trabajo interno de la energía vital”.
El Chi Kung o Qi Gong es una práctica corporal formada por suaves movimientos físicos, ejercicios respiratorios y concentración mental que surgió en China hace unos 4.000 años con el fin de fortalecer el organismo a nivel físico, mental y espiritual.
El Chi Kung o Qi Gong es una terapia medicinal de origen chino que pertenece al mismo grupo que otras terapias como el tai chi o el reiki.
Todas ellas proceden de la tradición oriental y sustentan sus principios en la importancia de canalizar de forma adecuada la energía vital (Qi) a través de los diferentes meridianos que recorren nuestro cuerpo.
Según dichos principios, el buen estado de la salud de cada uno dependerá de nuestra capacidad para conseguir el correcto equilibrio entre la mente y el cuerpo; y dicho bienestar se logra, principalmente, a través de la meditación y del control de la respiración.
¿Cuál es la diferencia entre el Tai chi y el Chi kung?
La respuesta es difícil ya que ambos son complementarios, diferentes en algunos aspectos y con similitudes en otros.
El chi kung y el tai chi funcionan con el movimiento de la energía, sin embargo son diferentes tipos de energía.
El Chi Kung nació como una necesidad para mantener la salud de monjes budistas que meditaban durante largos periodos y el Tai Chi Chuan en la intención de mantener una sociedad instruida en defensa personal.
Con distintos propósitos, ambas cumplen una función fundamental en la Medicina Tradicional China como actividades preventivas que mantienen la salud del individuo.
Ambas técnicas son formas de autoconocimiento y control del cuerpo, coordinación, respiración, emociones y pensamientos, es decir, son técnicas que aunque se aplican al arte marcial también se pueden aplicar a la meditación y salud.
Ambos exigen un estilo de vida de vida organizado y regular, buscando el equilibrio entre mente, cuerpo y espíritu. De esta manera se consigue equilibrar los órganos internos y los meridianos, es decir, equilibrar la energía.
Las dos disciplinas se ocupan de llevar a cabo las tres regulaciones: cuerpo, respiración y mente. También en ambas se utiliza la intención mental para guiar la energía vital a través del cuerpo y los canales de acupuntura.
Y aunque ambas tienen aplicaciones en el arte marcial, pueden practicarse con un objetivo meramente terapéutico, y pueden ser practicadas por niños, adultos, adultos mayores o personas con limitaciones físicas.
Tanto el tai chi (chi kung dinámico) como la meditación (Chi kung estático) son actividades de ocio que actualmente forman parte de la realidad cotidiana de muchas personas en los parques, gimnasios e instalaciones deportivas de todas las ciudades de nuestra geografía.
Estas prácticas, gracias su formato suave y relajado, y su imagen vinculada a la salud y lo oriental, se convierten en actividades muy atractivas para muchas personas e incluso son recomendadas por el profesional sanitario como hábitos de vida saludables o ejercicios apropiados frente a determinadas dolencias.
Los que practican el Tai chi o el Chi kung llevan a cabo una serie de movimientos suaves y fluidos, son las llamadas “formas” que son secuencias de movimientos claramente determinadas. Una forma se compone de varios cuadros o figuras con nombres poéticos como «la grulla blanca exitende sus alas» o «separar la melena del caballo salvaje».
Meditar cambia tu vida: la neurociencia lo demuestra
La ciencia no deja lugar a dudas: los beneficios que aporta la meditación son apabullantes. Acalla el ruido interno de la mente, transforma el cerebro y todo el organismo.
Actualmente la neurociencia ha demostrado de forma empírica los efectos beneficiosos de la meditación sobre la salud física y mental.
Casi todos los estudios realizados han demostrado que, a nivel cerebral, la meditación puede mejorar la capacidad de aprendizaje, de memorización, de razonamiento e incluso la creatividad.
Otras investigaciones afirman que la meditación diaria puede contribuir también a aumentar la sensación de energía, a mejorar la comunicación entre las neuronas y a reducir algunos efectos de riesgo del Alzhéimer.
Parece ser que, además, el cerebro de las personas que practican meditación tiene un proceso de envejecimiento más lento y puede llegar incluso a modificar su estructura biológica.
A nivel físico la práctica regular de meditación contribuye a reducir la frecuencia respiratoria y cardíaca, así como el consumo de oxígeno.
Si quieres contactar a Héctor Leoz, lo puedes hacer a través de su cuenta de Instagram @quietud_mental
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