Todos hemos oído la historia clásica de pensar en alguien sin motivo aparente, y entonces suena el teléfono y es esa persona. La intuición se define como la capacidad de entender algo de inmediato, sin razonamiento consciente o conocimiento. Parece surgir de la nada, al azar y de forma inesperada. “Es el primer disparo”, decía Orson Welles. “Una forma de Sabiduría” diría San Agustín. “Es el pálpito primero, la meditación después”, dijo Kipling. Todos somos intuitivos, es una parte de nuestras habilidades innatas. Imaginense que para Albert Einstein lo único verdaderamente importante era la intuición. No es magia ni embrujo, sino esa sutil capacidad que nos hace inclinar la balanza hacia un lado, ella quien en poco más de dos segundos nos permite valorar si una persona es de fiar o no. Es la que también se le llama «corazonada». Confiar en nuestra intuición nos ayudaría a tomar mejores decisiones. Una entretenida conversación con @reencuentro.medium de este fascinante tema
Ser o no ser espiritual
Elizabeth Mehr "Ser o no ser espiritual: reflexiones sobre la vida interior" En ocasiones, se suele asociar la espiritualidad con la religión, la meditación y la reclusión del mundo exterior. Sin embargo, la espiritualidad es mucho más que eso. Ser espiritual implica...