El término quinta dimensión se refiere esencialmente al uso de espacios geométricos de cinco dimensiones.
Para entender un poco mejor, comencemos con las tres dimensiones que la mayoría de la gente aprende en el colegio.
Las dimensiones espaciales – anchura, altura y profundidad – son las más fáciles de visualizar.
Una línea horizontal existe en una dimensión porque sólo tiene longitud.
Un cuadrado es bidimensional porque tiene longitud y ancho.
Añadimos profundidad y obtenemos un cubo, o una forma tridimensional.
Estas tres coordenadas se utilizan para señalar la ubicación de un objeto en el espacio.
Pero el espacio no es el único plano en el que existimos; también existe en el tiempo, que es donde entra la cuarta dimensión.
Una vez que conocemos la altitud, longitud, latitud y posición en el tiempo de un punto, tenemos las herramientas necesarias para trazar su existencia en el universo como lo conocemos.
Para la física, las dimensiones están relacionadas a la longitud, la extensión y el volumen de los objetos: vivimos en un mundo de «tres dimensiones».
Sin embargo, la física es algo tan increíble que ha desvelado a muchos durante siglos; tanto a científicos como a quienes están más interesados en la parte espiritual de nuestra existencia.
Para la física, otras dimensiones existen en un plano que no podemos ver con nuestros ojos.
Nos referimos a las dimensiones que tienen que ver con nuestra evolución espiritual y que no son lugares en sí, sino estados de conciencia.
¿Cuál es la cuarta y la quinta dimensión?
Cuando se dice que alguien está en la cuarta o la quinta dimensión, quiere decir que aún estando en el mismo sitio físico, puede percibir más o menos aspectos de la realidad.
¿De qué depende?
Del estado de consciencia del observador; cuanto mayor sea, mayores dimensiones de la realidad percibirá.
A medida que nuestra conciencia se amplía más, somos capaces de percibir otros aspectos de la realidad además del material y entonces pasamos a la cuarta dimensión, donde comienza a tenerse en cuenta lo emocional.
Nos abrimos a percibir sentimientos y pensamientos; cada uno con una claridad e intensidad diferente.
La quinta dimensión
Es la toma de conciencia de que todo lo que existe es una unidad, bajo el amor incondicional.
Para conseguirlo, no se trata solo de entender a nivel intelectual que todos somos uno desde la misma Fuente (Dios, Energía Universal, u otros nombres), sino de realmente verlo y sentirlo sin ninguna duda que es así.
En la quinta dimensión, el Ser se puede contemplar así mismo en todos sus procesos creativos: las entidades que viven en la quinta dimensión entienden lo que ha sucedido, lo que está sucediendo y lo que sucederá, sin juicios acerca de lo que es malo o bueno, ya que todo se transforma evolutivamente.
Sin embargo, en la tercera dimensión experimentamos separadamente todas las emociones que desde la quinta dimensión son una.
Tú puedes estar viviéndolo ahora.
¿Cómo reconocer si estás entrando en ella?
- Sientes que algo que no puedes explicar bien ha cambiado.
Aunque todo a nivel exterior pueda permanecer igual, quizás hayas comenzado a sentir que algo dentro de ti cambió.
Las cosas se ven más claras, la vida parece la misma, sin embargo, estás mirando desde un lugar diferente y ese lugar es más tolerante de lo que era.
Puedes sentirte más sereno, o simplemente extraño, como si te hubieras convertido en un observador de todo, incluso de ti mismo.
- Comienzas a aceptar cómo son las cosas, más allá de cómo tú quieres que sean
Mientras que los que aún vibran a una frecuencia más baja utilizarán cosas como la culpa, la victimización y la mala suerte, como las razones por las cuales las cosas suceden en su vida, aquellos que residen en una quinta dimensión comenzarán a darse cuenta de que nada sucede por accidente o casualidad.
Todas las situaciones están aquí para ayudarnos a sanar algo o para mostrarnos el camino de nuestra mayor alegría.
El ser espiritual comienza a prevalecer sobre el carácter humano que estamos jugando y debido a esto todas las cosas tienen un significado más profundo y las implicaciones son más de naturaleza espiritual.
En esta dimensión, estás comenzando a vivir un momento de apertura, expansión y aceptación.
Ya no nos preocupamos tanto por tomar la mejor decisión, ya que entendemos que debemos resonar con nuestro destino.
Comenzamos a vivir la entrega, y a sentir que si nos dejamos fluir, la vida nos mueve hacia el camino que debemos atravesar, sin hacer fuerza en su contra.
- Tus razonamientos son más espirituales
Ahora comienzas a entender que cada cosa tiene su sentido, que nada ocurre por casualidad y que de cada una de ellas hay un aprendizaje esperando por ti.
Ya sea ayudarte a sanar, mostrarte algo que debas trabajar o simplemente señalarte por dónde seguir; cada persona o situación es única y merece tu atención.
Por eso, posiblemente, ya tus explicaciones tengan otra profundidad, y puedan ir más allá del plano físico.
- El mundo parece ser un lugar mejor
Cuando comienzas a vibrar en la quinta dimensión de conciencia, el mundo te parecerá ser un lugar agradable, las personas con las que te crucen te abrirán puertas, y tú te sentirás más pleno, porque has salido de las opresiones físicas para ver más allá, y todo se vuelve mucho más liviano.
¿Qué caracteriza a las personas que ya están en la quinta dimensión?
Ya no pueden ver televisión.
Para ellos, competir ya no tiene sentido. En lugar de competir, prefieren compartir y divertirse.
Saben que la quinta dimensión no es un lugar sino una frecuencia, un estado vibratorio.
Ya no tienen miedo de lo desconocido. Saben que el mundo extrafísico es parte de la naturaleza y la paranormalidad debe verse como algo natural y no aterrador y perturbador.
Quieren estar solos pero al mismo tiempo, cuando están con otras personas, quieren estar con ellos plena e intensamente.
Sienten que tienen un propósito en la vida y quieren encontrarlo.
Se dieron cuenta de que ganar en la vida no significa morir rico, y mucho menos derrotar a los demás para demostrar que son mejores y más combativos. Saben que ganar en la vida es superar sus límites y sus miedos y llegar al final de su vida con un corazón que late con gratitud sabiendo que si no pueden satisfacer todo lo que han logrado, al menos lo han intentado.
Ya se están dando cuenta de que la nostalgia no es un mal sentimiento de pérdida, sino un sentimiento de que algún día encontrarán a todas las personas que amaron y que alguna vez pasaron por sus vidas.
Quieren ayudar al alma del mundo y están listos, porque es uno de los propósitos que han logrado cumplir en este pasaje terrenal actual. Saben que no vinieron aquí solo como turistas espirituales.
Cómo Ascender a la Quinta Dimensión Espiritual
Pues depende únicamente del estado de conciencia del observador.
Una persona que mire un objeto, y se fije solo en su altura, anchura y profundidad, verá únicamente tres dimensiones.
En cambio, otra persona que se fije también en el color, verá cuatro; y otra que se fije también en la textura, verá cinco.
El objeto siempre es el mismo, pero en función del estado de conciencia de quien lo mira, verá más o menos dimensiones.
El mundo no necesita que pensemos en los que sufren, y que nos unamos a su sufrimiento pensando en ellos.
Lo que el mundo necesita es que estemos lo más centrados posible en nuestro amor puro y que lo expresemos al máximo.
El mundo no necesita nuestro dolor, ni tampoco que nos compadezcamos de él.
El mundo necesita nuestra luz.
Si te centras en las partes de tu vida donde ya hay luz, tu luz se expandirá y brillará cada vez con más fuerza.
Y todo el mundo se hará más brillante gracias a ti.
Y tú, ¿en qué dimensión crees que te encuentras?
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